PNL - Programación Neurolinguística
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Herramientas para crecer

A partir de experiencias traumáticas que nos tocaron vivir

Por: Lic. Mónica Lewin

La diferencia entre una persona común y un guerrero es que el guerrero toma todo como un desafío, mientras que la persona común toma todo como si fuera una bendición o una maldición. - Castaneda

Los grandes maestros de la humanidad dicen que el sufrimiento es inevitable, es parte de la condición humana.

Aunque crezcamos en las mejores condiciones, es inevitable atravesar por experiencias de dolor, nunca todo va a ser como nosotros queremos.

Existen diferentes grados de dolor y sufrimiento. Si bien el dolor es inevitable, una de las cosas que aprendemos con PNL es qué hacer con las experiencias dolorosas.

Podemos aprender de ellas, hacer que su duración sea más breve, que sean menos intensas utilizando la disociación, darles un significado que nos enriquezca, descubrir si encierran algún mensaje que nos evite tener que pasar por ellas nuevamente. Tenemos muchas opciones.

Dicen que el dolor es un excelente maestro. Hay cambios que solo se pueden realizar cuando pasamos por una situación de dolor. Este nos vuelve más sensibles, más vulnerables, menos omnipotentes.

Crecemos a través de la alegría de nuestros logros, nuestras buenas experiencias, y a través de nuestras experiencias dolorosas.

Es tan importante lo que nos pasa como lo que hacemos con lo que nos pasa. En toda experiencia existe la experiencia en sí misma y las conclusiones que nos quedan de esa experiencia. Las conclusiones a largo plazo en general son más importantes que la experiencia en sí misma, ya que la experiencia pasa y las conclusiones quedan.

Un micro de larga distancia choca, dos pasajeros se golpean el brazo.

El pasajero número uno piensa "Porqué habré subido a este micro, tengo mala suerte, siempre me toca alguna desgracia, yo me estaba yendo de vacaciones y ahora voy atener que soportar este yeso, no voy a poder nadar en el mar".

El pasajero número dos piensa "Gracias Dios por haber salvado mi vida, fue un milagro , fui muy afortunado, voy a poner lo mejor de mí para recuperarme lo antes posible".

Las experiencias traumáticas marcan nuestras creencias, pensamientos y afectos. Pueden quedar residuos en algún lugar de nuestro cuerpo (tensiones, temblores, miedos, estar hiper alertas). Dejan su sello en nuestros aspectos racionales e irracionales, en nuestras emociones.

A veces lo que primero fue traumático, con el tiempo agradecemos que haya ocurrido.

Un señor hace mucho tiempo fue dejado por una mujer, que decidió de la noche a la mañana no estar más con él. Tardó bastante tiempo en recuperarse, hoy en día agradece a esta mujer por haberlo dejado, ya que gracias a esto pudo realizar una serie de cambios personales para estar en pareja de una manera diferente.

Una señora, madre, ama de casa, en buena posición económica recibe la noticia de su marido que este se ha quedado sin trabajo. Después de un primer período de perplejidad de ambos, entre los dos deciden comenzar una nueva actividad.

Como no queda otra opción que salir a trabajar la señora puede comenzar una actividad profesional sin culpa de dejar a sus hijos al cuidado de otra persona. Hoy en día es una excelente profesional, que se dedica a su profesión y a sus hijos.

Todo lo que nos ocurre en la vida y nuestras decisiones tienen un efecto a corto plazo, y un efecto a largo plazo. Cuando estamos inmersos en la situación solo podemos ver el efecto a corto plazo, con el tiempo nos damos cuenta de cual fue el efecto a largo plazo.

Antes de tomar una decisión importante podemos mirar nuestra "línea de tiempo" y ver cual va a ser el efecto a corto y a largo plazo para tener más herramientas para tomar la decisión correcta.